Recientemente se ha celebrado el día del libro. Comercial, sin duda, aunque no deja de ser bastante emotivo por el simple hecho de regalar algo. Además se ha extendido la costumbre, arraigada en Cataluña, de acompañar el libro con una rosa, a escoger el color, y afortunadamente superando los roles masculinos y femeninos. Rosas y libros no deberían entender de géneros.
Y he aquí, que en una localidad murciana, Caravaca de la Cruz, Juani, mujer inquieta y librera de la Librería Cervantes, y por avatares del destino, amiga de un amigo mío, ha sorprendido a propios y extraños, al hacerme el gran honor de incluir Sin Remedios como libro en el club de lectura que desarrolla su actividad en su librería.
He de reconocer , en primer lugar, una enorme ilusión por ver cómo, después de dos años, el recorrido de Sin Remedios sigue manteniendo pulso, con una tercera edición en sus últimos ejemplares y además a precio de oferta ( espacio publicitario para aquellos que aún no se hayan decidido; con pinchar en el ejemplar que se encuentra a vuestra derecha, podréis comprobar que el día del libro sigue vigente en Boria Ediciones ). Ha pasado el tiempo muy deprisa y toda esa oleada de presentaciones, eventos y firmas de ejemplares habían quedado en la memoria como algo ya muy lejano, si bien muy significativo, y afortunadamente vuelve a recuperarse de repente. Volver a hablar de las Remedios, de sus escenarios y sus tramas, seamos sinceros, es algo que no me cansa nunca, y ciertamente lo estaba echando de menos. Además me permitirá conocer a Juani, ( la mujer que en las foografías sale con gafas ) que la sigo únicamente por las redes sociales, y podré comprobar in situ cómo la fabulosa labor de una mujer en una pequeña localidad desde un punto tan destacado como es ( o debía ser ) la cultura.
Pero al mismo tiempo me ha despertado algo de respeto, terror escénico, el enfrentarme , en el mejor de los sentidos , con los lectores. Desconozco el número de personas que van a leer la novela; desconozco el tiempo que le van a dedicar y las ganas de desmenuzar cada uno de sus capítulos; desconozco si harán un trabajo colectivo previo antes del encuentro con el autor ( por desconocer desconozco cuando se hará ); desconozco tantas cosas, hasta la experiencia de ponerme delante de desconocidos pero que saben las entrañas de lo que uno ha expuesto en Sin Remedios.
Supongo que todo irá como la seda, que los comentarios de mi editor, y la de los protagonistas del evento ( los nuevos lectores ) harán que salgan todas esas anécdotas, comentarios, reflexiones e ideas que rodearon a Sin Remedios de manera espontánea. Eso espero, y que además me proporcionen nuevas perspectivas y puntos de vista, como ya ocurrió en anteriores reuniones.
En fin, que Caravaca me espera, y yo a ella voy ilusionado. Muchas gracias.