Con vos, preciosa, tendría un hijo
o quizás dos
a condición de que se parecieran
como dos gotas de sangre
a su madre.
Con vos, por supuesto, me casaría
y después del divorcio
me volvería contigo a rejuntar
a condición de que fueras la que mandases
y me ordenaras regresar.
Con vos, querida me arriesgaría
a conjurar
contra el gobierno y la monarquía
a condición de que la cárcel fuera mixta
y pudiéramos habitar en la misma celda.
Con vos, en definitiva, llegaría
vivo hasta el final
para iniciar una singular vida
a condición de que no te mueras
sin decirme a donde vas.
No te mueras sin decirme a dónde vas. un film de Eliseo Subiela ( 1995 )