El pasado 29 de mayo puede considerarse como la fecha final de Terminales. Desde el 28 de agosto de 2017 barrunto este proyecto, y como veis me lo he tomado con calma. Curiosamente el famoso confinamiento ha permitido que haya mantenido una rutina casi diaria, por las noches que es mi momento favorito para escribir, y ha acelerado la culminación de esta nueva novela. Ahora queda un verano para leer tranquilamente y retocar, corregir lo que sea necesario. Como la portada aún no está decidida, he distorsionado una propuesta, que, curiosamente, ha incluido las espirales y que se incorporarán seguramente en la definitiva.
Y no voy a adelantar aún la sinopsis, argumento o intención ( caso que exista ). Simplemente os dejo aquí los números que acumula la literatura ( si así puede decirse ). Casi 70.000 palabras agrupadas en casi 700 párrafos. Curiosamente el número siete aparece en el último capítulo de manera destacada ( tomarlo como un avance ). En fin 126 páginas rebosantes de ilusión. Empieza la aventura. Dos escenarios. Uno de ellos, Barcelona.