Vendaval furioso se mostraban sus
Tetas sobre el único rostro altivo
Que no torció el gesto ante su Levante;
Movimiento helicoidal repetido
Capaz de arrastrar carros y carretas
Y derribar las velas del molino
Hasta caricaturizar al mismo
Don Quijote;
Huracán de los pies a la cabeza
Y todo lo demás, bajo la cálida
Existencia de esos pechos turgentes
Y temblones, es mera inexistencia.
Esos pechos turgentes y temblones
Existencia de esos pechos turgentes
Y temblones, es mera inexistencia.
Foto de W. Wantuch |
Esos pechos turgentes y temblones