Las islas pueden definirse como un espacio terrestre rodeado por agua completamente.
Las islas deben transmitir una intensa sensación de finitud, limitación, a pesar que mirando desde una atalaya no veas el final del horizonte.
Las islas imprimen carácter. Seguro que las personas presentan un alto grado de sensibilidad a la humedad y por lo tanto permeable a los sucesos, cualquier tipo de suceso.
Las islas facilitan la sensación de soledad. A pesar de querer huir de la misma, tarde o temprano te encuentras un borde acuático que no puede ser eludido.
Las islas conviven fácilmente con el mar o el océano. Seguro que facilita el entender otros puntos de vista. Simplemente es contemplar la isla desde una barca.
Todos somos islas dentro del espacio finito que nos toca vivir.
En breve me desplazaré a una isla muy especial. Históricamente cercana, de dimensiones considerables para atravesarla a lo largo y apenas en un saltito para abarcarla a lo ancho.
Feliz verano.