En el sureste español el idioma
adquiere connotaciones geográficas
tan sutiles como ballenas
metálicas se sumergen en sus puertos.
La Boria confunde mar y cielo
y una esotérica atmósfera sumerge
avenidas, calles y plazas por
debajo de sus colinas.
Únicamente desde el mismo tuétano
de los edificios se conjuran
ineficaces hechizos contra el helor
y plegarias a favor del sol
justiciero.
Triunfa en apariencia el Mediterráneo
desértico
Frente a La Boria equal Cartagena.