De la red |
La nota que más llega al alma
Es la mirada del minino:
Se entrega a la curiosidad
De entender de dónde procede
El sonido, sin atender
Si es armonioso el flautista,
O por el contrario
No está afinado el niño.
Y tras sospecharlo,
Sigiloso el dulce minino,
Se sienta para deleitarse
Antes de seguir su camino.
Sospecha que tarde o temprano
Sonará una nota en su destino.
Arránqueme, Señora, las ropas y las dudas.
Desnúdeme, desdúdeme.
Eduardo Galeano