Domingo de agosto. 9 de la noche. ¿ Puede haber algún momento más tranquilo ? El calor no ha dado tregua en todo el día justo hasta esos instantes. Las persianas y las ventanas se abren a una brisa no muy fresca, pero al fin y al cabo circulación de aire. Y de repente un rugido urbano tremendo. Hasta los cristales vibran. Y no es un suspiro. Persiste y se mantiene uno, dos minutos. Mucho tiempo para un sonido tan desagradable. Y lo siguiente se sucede con inusitada rapidez. Miradas desde los balcones y ventanales; luces azules parpadeantes; silencio tenso y gritos: ¡ subnormales de mierda, subnormales de mierda !
El origen: una moto con revoluciones muy elevadas y evidentes problemas en el tubo de escape. El nudo: policía municipal que aparece casualmente o motivada por una llamada telefónica y que pone fin al escándalo motero. El desenlace: tras la desaparición de la policía , uno de los acompañantes, se baja de su moto y desde el centro de la calle dedica dos o tres minutos la frase al tendido que , a esas alturas, ya ha vuelto al interior de los hogares.
No quisiera valorar la escena, pero lo que me llama la atención es la falta de empatía que tiene la gente. Es evidente que el rugido de una moto, la velocidad debe ser una sensación alucinante ( como cuando bajas con la bici, por ejemplo una empinada cuesta, por poner una propia ) sin embargo ese ruido en una calle de una ciudad, continuado, no busca nada más que llamar la atención, o dejar sin control la euforia, por la razón que sea, independientemente de las consecuencias tenga. Y después la reacción del compañero. Insultar sin disimulo porque tu amigo está molestando / incumpliendo la ley y ha sido reprendido ( multado ) por la autoridad .
Creo que la sociedad presenta unas fisuras muy importantes. El individualismo se impone para ver quien la tiene más grande - refiriéndome a la voz o a la moto -
En fin. Una pequeña reflexión de verano ahora que el cielo ya está oscuro y no se escucha ni un solo ruido más allá que el de los grillos.
Si yo te contara...salir al carrer y mil ciento cincuenta historias similares que me encogen el alma.
ResponderEliminar¿Qué nos está pasando?
la descomposición de una sociedad
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El civismo es una asignatura pendiente para mucha gente.
ResponderEliminarSalu2 y feliz verano, Noelplebeyo.
algo falla desde el inicio
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Si los gilipollas volaran no se vería la luz del sol.
ResponderEliminarel sol es muy potente
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Nos estamos volviendo locos ¿o qué?
ResponderEliminaro es una apuesta para controlar a la sociedad ??
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Empatía, empatía, ¿dónde escuché hablar de eso antes...?
ResponderEliminarNo, ya no queda nada de ello.
Saludos,
J.
sí queda
Eliminarhay que cultivarla
saludos
Pa qué contar... si vamos cada vez más para atrás.
ResponderEliminarBss.
tendremos que dar la vuelta a todo
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Ya nadie le importa nada,
ResponderEliminarBesos.
tan categórica??
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Si hay algo que ha quedado más que en evidencia en los últimos tiempos es la total falta de empatía hacia el otro.
ResponderEliminarEse "Quítate tú para ponerme yo" o el más emblemático "Soy joven y me la suda todo".
En fin.
Aquí en Barcelona es igual, mucho poco macho, que considera proporcional su hombría al estruendo de su motor...
Un beso Óscar
esperemos que todo sea pasajero
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Maravillosa música te pareció la de los grillos después de eso.
ResponderEliminarUn abrazo.
Sin duda
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Hay bastantes kilos de necedad en España. Personificada. Lo vemos todos los días y con el verano aumenta el número de tontos, necios e incívicos.
ResponderEliminarlimite a infinito?
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Es fácil caer en la trampa de que antes todo era mejor, pero sí creo que algo hemos perdido por el camino y es esa palabra de la que hablas al principio, empatia. Pero no empatia de ser una buena persona, no aspiro a tanto. Empatia simplemente de saber que nos necesitamos, que sólo sobrevivimos si nos vemos como un colectivo, una sociedad.
ResponderEliminarNos hemos vuelto demasiado individualistas, no pensamos en el corto plazo ni en los demás y de ahí no suele salir nada bueno.
de camino a la destrucción
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Y bien merecida, me temo ... :(
EliminarLa sociedad no funcionaba y sigue sin funcionar.
ResponderEliminarAhora la crispación y el perder los papeles, están a la orden del día.
Ya se olvidaron los aplausos y las tontadas de la falsa unidad. Es lo que queda y lo que hay.
Besos, Profe.
Y lo que queda
EliminarY tú verano?
Besos
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ResponderEliminarHay sonidos muy molestos, la verdad. Y en verano más aún. Con lo tranquila que está una en su casa...
ResponderEliminarBesos.
Tú has recobrado energías
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Un verano en la playa [Acapulco] después de la quebrada me tocó caminar en descenso y en el trayecto se escucharon los motores estruendosos de unas motos, muchas, pasaban debajo y, aunque esquivaban autos e iban a velocidad alta fue un espectáculo agradable el que hicieron, no sé si pensaría lo mismo de tenerlos fuera de casa.
ResponderEliminarBeso, Noel
Todo tiene su momento
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Mal, muy mal, ¿qué es eso de reprender a los moteros? Gente de espíritu libre, una moda arraigada en pueblos y ciudades, corazones hippies, que contaminan menos que los coches (jajajajaja), si son una maravilla y muy majos, solo superados por los ciclistas saltapasosdecebra y abusaceras, que para eso tienen patente de corso. ¡Qué majos los moteros! Fieles sin yate.
ResponderEliminarSaludos en verde.
Cualquier afición es positiva, siempre que no sea perturbadora
EliminarEl verde es un color precioso.
Saludos
Tengo una cuñada Down que, cuando se cabrea, dice "mamal" (subnormal). Tenías que haberle dicho eso, mamal tú, que reduces tu ego a lo que tienes entre las patas.
ResponderEliminarAfortunadamente volvieron los grillos.
Besitos!
Sinceramente yo estaba de espectador y me llamó la atención la escena y el comportamiento desproporcionado. En fin, los grillos dominan
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