Es curioso esto de los reflejos. Entre los musulmanes, el reflejo es un automatismo para llevanos a Alá, lo único real y eterno, mientras que eso, lo terrenal, lo visual es engañoso, cambiante y llamado, pasado el tiempo, a desaparecer.
Los reflejos, el reflejo de algo, para mí es abrir una dimensión paralela a lo que tenemos enfrente. El mirar, por ejemplo, el Partal se puede convertir en una clase de arte, en un momento de admiración,o en una pura reflexión de un momento histórico concreto, con su estructura social, política, económica y cultural. Puede convertirse en un momento de abstración, de olvidar nuestra realidad y desnudarnos ante aquello objetivamente bello, incluso, si me apurais de sentirse invasor y extraterrestre de aquello tan elevado, tan perfecto.
En cambio, cuando miro aquella realidad a través de los reflejos de la Alberca, que palabra tan bella, siento que aquella construcción me pertenece, incluso me define, si bien puede desvanecerse si el agua se altera ante las pompas que algunos peces privilegiados parecen nacer desde el interior de aquellas piedras de agua, que cambian de forma, de tono y composición al antojo de un pez prisionero que no comprende su enorme poder. No se si comprendereis esto que quiero decir, pero los reflejos que la luz , el agua, la tierra y el viento entran por mi retina me hacen sentir distinto, fuera de este mundo, y en cierta medida, superior o inferior.
Ciertamente algunos reflejos me persiguen continuamente y a veces me materializo en ellos, aunque duren décimas de segundo. El reto es volver a la realidad con la lección bien aprendida. Por desgracia, pocas veces se consigue. Recientemente volví a sentir esa maravillosa sensación de sentirse dios o diablo al pisar la tierra de Camboya.
Óscar, me parece estupenda la idea. Veo que tienes mucho que aportar. Los Church sabía que te apasionaban, ahora veo que también la fotografía. Percibo que tus fotografías son poemas reflejados en imágenes. Vales mucho. Seguiré tu andadura, de eso no te quepa duda.
ResponderEliminarEl pasado Jueves estuve justamente donde tu primera fotografía colgada... Observando y fotografiando ese mismo reflejo... Puede que estemos abocados a encontrarnos en una de esas reflexiones sobre los reflejos y quedarnos embelesados y fascinados por lo que ese lado acuoso, trasparente y mágico de las cosas nos dice... Enhorabuena por la inicitiva de dar de ti lo mejor sin pedir nada a cambio en este blog... Engancha y gusta y cuando menos te des cuenta, tendrás un mundo paralelo y reflejo creado por ti... Suerte.
ResponderEliminarHáblanos de Camboya.
ResponderEliminarYo estuve hace un año y no me la quito de la cabeza...
Los reflejos van más allá del agua, somos especulares, nos vemos reflejados en actuaciones ajenas, unas veces con agrado, otras con disgusto. En estas, normalmente, no nos reconocemos, no queremos reconocernos. Algo intuitivo nos advierte pero nuestra consciencia pone el veto y dice no, yo no soy ese ni soy así.
ResponderEliminarAquí se hace cierto el refrán de "Dime de qué presumes y te diré de lo que careces"
Hay que tener mucha amplitud de miras para ser capaz de ver-te, hasta en los aspectos que detestas.
Claro que, ese es el primer paso para iniciar el cambio, mudar lo que te disgusta de ti.
¡Hostias lo que me estiro!
Disculpa, en ocasiones se me calienta la tecla.
Vine... por caminos inciertos, recuerdo verte comentar en páginas comunes y, como me gusta escudriñar, suelo ir al origen, a cómo se gestó "aquello"
Buena noche y hasta otra: PAQUITA