En la Gloria

Foto de hoy

Lo sabemos. Comercial. Pero en este jarrón, que luce orgulloso y refulgente en el salón, se concentra un pedazo significativo de mi historia. El jarrón es un recuerdo de primer año de trabajo. El IES Torres Quevedo fue dónde inicié mi vida profesional, cuando apenas tenía 24 años y mis alumnos eran poco más que chicos y chicas que podían coincidir conmigo en los lugares de fiesta los fines de semana. Ese instituto se trasladó a otro edificio, se fusionó con otro y se hicieron estos jarrones para recordar tal hecho. Probablemente sea de los recuerdos que más tiempo han perdurado. Y hoy de manera excepcional lo ocupan dos hermosos claveles. Uno de ellos con una nota anónima que lleva escrito De tu pesada alumna favorita y que simboliza esa maravillosa comunión que año tras año se produce y se transmite con gestos, frases y a veces calificaciones entre un  profesor y sus pupilos. Esa comunión que transcurre en los intrincados pasillos de la adolescencia, y que, definitivamente , me aferra a la juventud que nunca termina de irse.

El otro clavel es de una compañera. También aquí se producen comuniones de cuya satisfacción no te cansas. Da igual la especialidad, es indiferente lo que se piense o lo que piensen, la manera de expresarse y los gustos y/o apetencias que uno posea.  Rápidamente te das cuenta que conectas, que puedes confiar a pies juntillas, que aprendes y también enseñas, que te sientes feliz y con la necesidad de sentir a esa persona. Es lo que uno desea en cualquier momento de tu vida, y lógicamente allí dónde pasas tantas horas y te consume tantos pensamientos.

Ese clavel es la luz que ilumina mi salón. Cómo aquella planta que E.T. hacía renacer una y otra vez. Y cada vez que lo miro me siento junto a ella, en la gloria.