Enquistado tras las profundas ojeras
El miedo desbocado olisquea sin complejos,
Aquel presente en todos los adolescentes
Que juegan a ser
Mujeres y hombres - y viceversa -
Sin aún ser totalmente conscientes
De lo que les ronda
- Llamémosle trascendencia -
Sueñan los ingenios eléctricos con
Ser humanos de carne y hueso
Capaces de sentir aquello
Que les acerque a la alegría
Y aleje del sufrimiento.
Sueñan, en cambio, todos estos con poner fin
A este padecimiento sin ser realmente conscientes
Qué poner término a ese ineludible duelo,
El de las hormonas todavía de niños
Abocadas a alocarse con futuros retos
Es en último caso el destino en sí mismo,
Y sin lugar a dudas el motivo
De futuros desvelos.
Pesares y triunfos de adultos, igual de ojerosos,
Que a veces nostálgicos de aquellos lejanos
Retornan a aquellos recuerdos, quizá borrosos
- Llamémosle bachillerato -
Recordar - cuando ustedes vuelvan -
Por su particular caja del tiempo
Por su particular caja del tiempo
Qué cualquier tiempo pasado
No tuvo por qué ser
Ni mucho menos
Mejor.
Ni mucho menos
Mejor.
"La vida es una sucesión de brevedades unidas por el hilo de la memoria" (frase de Svor, una amiga de blogs)
ResponderEliminarCreo que Svor tenía (y sigue teniendo) razón. Y dentro de esas brevedades se desarrollan otras brevedades que tienen que ver con la información y la formación... para hacer frente o resistir a los sistemas establecidos que imponen una serie de cribas (competitividad) ad hoc... cosa que produce miedos, desasosiegos e incertidumbres... también frustraciones...
Tú le das la perspectiva de tu campo profesional poniendo en verso lo que observas cada día (tal vez a cada momento) y sacas tus conclusiones... y ves sueños y desasosiegos en esa lucha por situarse en esta vida de, según mi parecer, dudosa organización...
Tal vez, como dice Robin S. Sharma: "no hay errores en la vida, sólo lecciones"... El pasado y el presente siempre pueden tener un futuro en nuestra memoria independientemente de que hayan sido mejores o peores que lo que estemos viviendo, sino porque la experiencia (lecciones) de lo vivido es el único patrimonio que no nos puede ser embargado ni arrebatado... (elección, acción y resultado)
No sé si lo que he dicho tiene algún sentido... lo que quiero decir, resumiendo, es que no hay momentos mejores o peores, sino sólo diferentes... y la relación causa-efecto que les da su naturaleza y esencia es la que nos ilustra sobre algunos porqués, algunos paraqués, algunos porque sí, algunos porque no... etcétera... etc..et... e...
Saludos y perdón por el rollo
Evidentemente la causa y efecto tiene que ver con la propia interpretación de cada hecho q hace cada uno. Nunca es determinante, pero así lo convertimos
EliminarUn saludo
Una manera muy poética de ese paso trascendental donde elegir qué camino seguir en pos de un futuro, digamos esperanzados, mejor.
ResponderEliminarMi hija tiene 14 años y pasa a cuarto de la eso y aún a estas alturas no tiene claro qué elegir. Ahí estamos su tutor y yo dialogando y él con ella, para ayudarla a definirse. He de decir, no exenta de orgullo, que es de sobresalientes y eso que compagina estudiar con cuatro horas diarias de ballet, así que, elija lo que elija, pensamos todos que le irá bien. Sin embargo, no solo queremos que le vaya bien, sino que sea feliz con lo que decida estudiar y ser, poco a poco, en su vida.
Ardua y ojerosa tarea este año y el siguiente, en bachiller...no quiero ni pensar lo poco que dormirá....
Por suerte, estáis vosotros, los profesores, al pie del cañón siempre, tanto para ellos como para las madres... como yo,sin ir más lejos.
:)
Este comentario podría titularse: disertación de una madre atribulada, jajajaja
Perdóname, ¿sí?
Besos.
Sin negar la trascendencia, al final cada chico suele elegir su camino y encaminarse con sus gustos
EliminarSuerte, madre atribulada
Besos
Tengo una hija que empieza el bachillerato el año que viene.
ResponderEliminarQué años y qué etapa!
Lo has clavado.
Besos.
Un salto cualitativo
EliminarQué sea bello!!!!
Besos
Y de muy bella poesía has vestido esa etapa dura y difícil... (la he vivido de cerca) 😉
ResponderEliminarUna gran ovación, querido amigo…
Bsoss enormes.
Pues nada como haberla superado con nota!!!!
EliminarBesos
Apuramos momentos y nos perdemos instantes
ResponderEliminarsi es que ...
un beso y mi aplauso
:-)
Igual después se recuerdan con agrado
EliminarBesos
Ay bachillerato, sus ojeras, miedos y presiones.
ResponderEliminarAy los tiempos jóvenes! sus hormonas revueltas, inseguridades y retos..
Realmente me gustó leerte, un gran beso!
Eso que me agrada!!!
EliminarBesos
¡Qué tiempos los del bachillerato!
ResponderEliminarEn mi caso renovados, año tras año
EliminarBesos
Preciosa etapa en que somos ¡dueños del mundo! Los más guapos, inteligentes, guerreros. Los más en todo : )
ResponderEliminarUn beso.
Invencibles e inseguros....
EliminarBesos
Pues no, no todo tiempo pasado fue mejor, es solo una apreciación.
ResponderEliminarYo para atrás ni loca :)
Buen poema, Noel, reflexivo.
Abrazo.
adelante...que la meta siempre está enfrente
Eliminarbesos
Aquello era vida... jo!
ResponderEliminarTenemos suerte de poder seguir viviendo aquella etapa a través de sus miradas.
Bss, Noelito.
También tiene sus sombras
ResponderEliminarPero una época preciosa
Besos