Michael Von Graffenried |
La ducha era reparadora. Servía para liberarla de aquellas miradas libidinosas que la escrutaban todas la mañanas cuando aparecía con su minúscula falda o la radiografiaban para cotillear acerca de su pierna postiza.
Había sido objeto durante tantos años que a menudo sospechaba que es lo que podía pensar su prótesis. Por eso, cuando estaba bajo la lluvia del agua, descansaba de su pierna ortopédica, de su zapato blanco y su media a juego, imaginando que ambas salieran de repente , un día, corriendo.
Admiro tanto a la gente con capacidades más limitadas porque con lo duro que este mundo ahí están ellos retándolo cada día.
ResponderEliminarBesitos Noel!
Toda una referencia
EliminarCuánta fuerza se necesita para seguir adelante.
ResponderEliminarLa foto es magnífica.
Abrazo, profe.
Esa fuerza te hará más resistente
EliminarSiempre hay situaciones que incitan a esa carrera de escape y liberación… Aunque quizás a veces no sea la alternativa que más nos favorezca… En cualquier caso, ambos caminos nos ponen a prueba en este difícil camino de la vida…
ResponderEliminarMuy buena fotografía…
Bsoss enormes, y feliz semana.
La cuesta arriba y la cuesta abajo
EliminarUn empático relato. Debemos detenernos más en la fortaleza de estas personas que hacen frente a la vida con serios problemas y son ejemplo valentía.
ResponderEliminarSalut,Noel.
Para reducir nuestras quejas vanales
Eliminardebe ser complicado ser el foco de atención día tras día... algo digno de admirar
ResponderEliminarbesos
Y de apoyar en sus reivindicaciones
EliminarCreo que a estas personas con dificultades añadidas para pasearse por la vida, se les tiene que fortaleza sobre manera el intelecto. y Son tan especiales que a veces se nos olvida sus inconvenientes físicos.
ResponderEliminarla foto todo un logro.
Besos.
Puede que los incapaces seamos nosotros, aquellos que no partimos con dificultades
EliminarSu esfuerzo diario es digno de admiración.
ResponderEliminarY de reivindicación
EliminarY la liberaba del peso de la sociedad más que nada.
ResponderEliminarUn abrazo.
Esa es la peor
ResponderEliminarSólo en la ducha se sentía libre, sin ninguna atadura.
ResponderEliminarBesos.
Como cada gota de agua
EliminarLos dramas personales se mastican a solas... aquí, allí o en la ducha... y uno imagina "milagros" que curen lo incurable... hasta que uno acepta que la partida de la vida hay que jugarla con las cartas que te tocan...
ResponderEliminarAbrazo
Y ser héroe anónimo
EliminarYo vi su cuerpo bajo la ducha y su cara de "que bien estoy"...
ResponderEliminarjo! tuve que volver a fijar la vista para ver lo demás...
será que los cuerpos y las sonrisas me pueden más que otras cosas.
Realmente eso es lo importante
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