Todos los días visitaba la misma brasserie, a la misma hora, ocupando la misma mesa, pidiendo idéntico menú, su jarra de vino, y su expresso, para terminar.
Y todos los días reflexionaba, pausadamente, sobre las realidades que le rodeaba.
París.Brasserie Marché |
Una maleta cada vez más vacía le esperaba todos los días a la puerta de su casa, desde que Ella decidió abrirla sin molestarse y ni tan siquiera preocuparse en entornarla, una televisión que tan sólo sintonizaba canales para aletargar recuerdos y dormitar anhelos, y una cama, tan grande y helada, que le congelaba la vida, mientras, en vano, con los ojos abiertos, dormitaba.
Minutos después |
Antes de marchar se quitaba las gafas, para desenfocar, bajo la esperanza de no ser capaz de ver más allá de sus narices, de nublar aquellas letras que definían su biografía, y afirmar que todo, hasta el Amor, allí en París, era una falacia.
A la vista de todos los demás, se equivocaba
El último párrafo, el de quitarse las gafas, me parece REDONDO.
ResponderEliminarpues sí...las gafas eran redondas
Eliminargracias
A mi no me parecerá una falacia.
ResponderEliminar¡Coño! Que exactitud
¡Odio París!
la libertad de pensamiento es lo propio
Eliminarodiar París....oh....es una ciudad con mayúsculas
el amor es una mierda en cualquier sitio. .. hasta en París. ...
ResponderEliminarquizás eso deba hacer yo. . quitarme las gafas y desenfocar mi vida
besos
por favor.... no sabía que llevabas gafas
Eliminartranquilidad
Nooo, el amor es una maravilla, el desamor lo estropea todo y dejamos de ver lo que era.
ResponderEliminarParís, depende de la compañía.
se ve que no estás de acuerdo con los que llevan gafas cuando se las quitan
EliminarParís es Europa, en mi caso. Algo insuperable
Lo malo será cuando vuelva a ponerse las gafas...
ResponderEliminarBesos con lentillas!
Tendrá que ponérselas, sino quiere pegarse una buena leche
EliminarOscar!!!!.....a veces es necesario desenfocar.....da igual si es en Paris o Madrid...........
ResponderEliminarMe ha encantado......
ResponderEliminarel desenfoque permite precisar los alrededores
Eliminaren Madrid se ve peor...por aquello de la polución
Infinitas realidades, tantas como corazones. Tengo un compañero que hasta el otro día me rebatía sobre el amor, no existe decía. Hasta que apareció una nueva ella. Vengo a retractarme, me dijo con los ojos brillantes.
ResponderEliminarBesitoss
el hombre tropieza con reiteración al quedarse deslumbrado
EliminarNo conozco París....
ResponderEliminarTampoco el verdadero amor.
Lo primero tiene fácil solución
EliminarLo segundo....
En este caso hay motivos para no querer ver la realidad nítidamente.Unos se quitan las gafas, otros se beben una botella de vino...; quizá el quitarse las gafas no es lo peor.
ResponderEliminarSalud, Noel. En estos momentos tengo las gafas puestas. Por la calle me las quito.
Al menos cuentas con un lugar donde portarlas de manera natural
EliminarCon o sin gafas, el desamor deja el corazón malnutrido para siempre...o no...
ResponderEliminarSiempre queda París, que debe ser hermosísima y capaz de hacer ver de otro modo las cosas.
Digo yo!
París es capaz de derretir un hielo
EliminarQue la llamen la ciudad del amor, no quiere decir que no haya desamores también.. Habrá de todo, como en todos sitios.
ResponderEliminar(Yo uso lentillas)
:)
Pero el sinsabor, en París, se eclipsa con un paseo
EliminarMe encantó, a veces es preciso quitarse las gafas para inhibir esta cruda realidad.
ResponderEliminarUn beso grande.
Y difuminarlo todo
EliminarComo hay gusto para todos, a mí no me gustó París... pero sí el clima que le diste a tu relato.
ResponderEliminarBesos, profe.
Imperdonable. ... si vuelves....yo te cambio de idea
EliminarCuando se pierde,el amor nos parece una falacia durante un tiempo,pero solo eso.
ResponderEliminarTarde o temprano nos obliga de nuevo a buscarlo para,entre otras cosas,calentar esa cama tan fría...Y en París,siempre es más fácil encontrarlo de nuevo.Maravillosa ciudad.
Saludos.
Allí el invierno es riguroso
EliminarParís eterna...
ResponderEliminarSaludos.
Siempre
ResponderEliminarpues entonces...solo me falta París....
ResponderEliminarQue franqueza. Lo de París, tiene solución
ResponderEliminarBienvenida, nuevamente