Verde que te quiero verde,
Verde como los billetes
Desconocidos de 100 euros,
O aquellos roídos de cinco;
Verde como los chistes verdes
Que buscan mostrar risueño
Al mordaz viejo verde que todos
Hemos sido desde niños;
Verde, que te quiero tan verde,
Que por si de mí fuera,
Devoraría la pradera
Asentada sobre tus huesos mañaneros
Y la dejaría inerte
Al crepúsculo, siendo
Como todos lo gatos pardos,
A la luz de tus ojos verdosos
Cualquier especimen fornicador,
Tal vez León de la sábana
Verde, oculta en el armario
De tu habitación,
O iguana paciente junto a la pantalla
Del televisor, ardiente repisa.
Mira que eres verde...
ResponderEliminarVerde oscuro...
Te beso.
El verde oscuro es el verdadero verde. El fosforito es casi amarillo
EliminarAlguien dijo que cuando una mujer se rinde, es porque ha vencido... Esa iguana verde, Óscar, no ha vencido.
EliminarSe la ve relajada sobre la mesa
EliminarNo quiere mostrar su talón de Aquiles.
EliminarDe ahí que se quede bajo el sol, sin saber dislumbrar a las estrellas
Eliminarel verde es esperanza
ResponderEliminarPor tanto el último color en perderse
EliminarEn este poema encuentro toda la gama de verdes. ¡Qué bonitas verdeces dices!
ResponderEliminarMe gustan las iguanas porque entre su verde hay reflejos cobrizos, amarillos, azules... como imagino que hay en tus sentimientos cuando escribiste estos versos.
Que el verdor de la primavera entre por tu ventana.
Salud y poesía, Noel.
Una gama variada como aquello que se puede investigar
EliminarVerde que te quiero verde...
ResponderEliminarSaludos.
Verde verde
EliminarGenial. Se comerá los moscones verdes que rondan los pensamientos negros.
ResponderEliminarBesitos
Jajaja pillaste el verdadero valor de la iguana
EliminarSi te gusta tanto el verde como a mí, estamos empezando a estar en sintonía con la naturaleza.
ResponderEliminarEs un buen principio básico
EliminarVerde quisiera ser, para camuflarme entre la hierba y charlar con las hormiguitas.
ResponderEliminarUn beso
Hola, mi nombre es Ant
EliminarSi es que cuando se acerca la primavera y los campos se ponen tó verdes, no me extraña que pueda llegar a inspirar una entrada como ésta.
ResponderEliminar:)
Bueno, el campo aquí verde precisamente no es
EliminarEl verde, un color bien ecológico... en el que no entrarían los viejos verdes... jajaja...
ResponderEliminarAbrazo, profe.
Y eso que se mimetizan perfectamente
Eliminarte ha quedo la panza verde ;)
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarComo el ogro sherk
ResponderEliminarverde como los viejos verdes!
ResponderEliminara mi este color particularmente no me gusta demasiado, yo soy de azules en todas sus tonalidades....
y desde que descubrí que es el color favorito de mi suegra mucho menos!
Se ve que es un color de la tercera edad
EliminarEstas preparandote para la primavera?????..........te veo muuuu verde.
ResponderEliminarbesos
Es hora de florecer
EliminarYo me quedo con la suerte qué tiene la musa, aunque sea en blanco y negro.
ResponderEliminarTú poema es como el olivo, como tú...
La suerte es a veces esquiva.
EliminarQue suerte si fuera olivo de aceitunas verdes y hojas que abrazaran un jardín
Ese torno verde que, al menos yo, busco continuamente es el jugo necesario para aportar vitalidad, energía y brío a la vida en general... bonito color :))
ResponderEliminarun fuerte abrazo
Sangre verde...que bueno
Eliminar¡Me encanta tu lado en verso, en verde, en poeta en rima, en tempo, en estribillo y en estrofa!
ResponderEliminarEs mi lado bueno, entonces
EliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarMuy bueno!!! Odio las iguanas!
ResponderEliminar;o)
Son inofensivas
ResponderEliminarte sienta muy bien el verde, sea en mirada, en cálido mar o en traviesa iguana
ResponderEliminarnominado a verde del año
ResponderEliminarVerde.
ResponderEliminarTu corazón huele un poco a verde, ¿lo has notado?
:)
Miss Carrousel
Será que ingiero demasiadas algas
EliminarLas veces que estuve en México, andaban por las calles como Pedro por su casa, en los hoteles te prevenían de que si veías una, no te asustases y la verdad es que algunas son impresionantes.
ResponderEliminarLo peor fue en Tulum en la playita... cuando estás tan tranquilita y se viene una y abres los ojos y zas, la tienes mirándote y la miras y te mira... y mejor quedarse así en tablas.
Te sienta bien el verde...
;-)
Besos, Noelito.
Las de Tulum son fantásticas. Después de la primera impresión, son animales adorables
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