Su nombre fue puesto por un compañero de Chiclana, con mucho arte, que a su vez llamaba así a su Ford Fiesta. El mío, mi Ford Escort, de nombre también Harrison Ford, era de la serie Guía, y he tenido con él una relación muy especial. Fue lo primero "serio" que me compré cuando empecé a trabajar. Recuerdo aquel primer viaje a Ávila. Sin embargo sus ruedas iban a ser sobre todo andaluzas. Lo estrené un 31 de agosto y un mes después estaba allí, flamante, reluciente su color gris plata paseando por las calles de Granada. Aún recuerdo cuando iba en el maletero todas mis posesiones: apenas un montón de papeles, un despertador, dos cajas de ropa y cuatro cosillas más. Al principio se pegaba grandes atracones de kilómetros. Todos los días, cuando menos alrededor de 100, para ir a Íllora, algún que otra excursión para conocer la provincia granaína y los alrededores andaluces, y por supuesto, en navidad, como el turrón, volver a casa, a Pucela.
Tras el paso de los primeros dos años, algún que otro raspón y demás, llegó el momento de sus kilómetros ilimitados. ¿ Cuántas veces habremos recorrido la A92 desde Chiclana hasta Cartagena, saliendo los viernes por la tarde, cantando canciones de The Church, escuchando la Ventana de Gemma Nierga, parándonos en Campillos para tomar un bocadillo, y volviendo, esas tardes de domingo, con el sol cegándonos 5 horas, y escuchando los resultados de los partidos de fútbol ? ¿ Y aquella vez, que la nieve cubría desde el Puerto de la Mora hasta Baza, y tardé lo que no está en los escritos para llegar a Cartagena, sin preocuparme si pudiera el domingo regresar ?
Fueron cinco años de kilómetros, de revisiones cada dos por tres, y de ir acumulando más señas de identidad: la muñeca de los Colossos de Memnón, un euro a cambio de un cacho de trapo y la sonrisa de una niña egipcia, y la mega pija Dora, la Exploradora, que recogí del suelo una tarde maravillosa en el Brooklyn Neoyorkino; La bufanda del Cadiz C.F, otro regalo que simboliza una etapa, y el GPS que rara vez pongo, pero que està guardado en aquella bolsa de plástico tan elegante. A partir de ese final, se acabaron los buenos tiempos, los seguros a todo riesgo, y tus 300.000 kilòmetros recomendaban, cuando menos, que tuvieras una vida màs reposada, mejor.
Y tras 6 años màs, de repente, tu jubilaciòn nos ha sorprendido. Ahora, esta Navidad haràs tu ùltimo viaje a la tierra donde te viò nacer, para quedarte allì, plàcidamente, para hacer cortos desplazamientos de ida y vuelta, y ya no serè quien te lleve, o no seràs tu quien me desplace. Sì, todo llega, y a mi Harrison le ha llegado el momento merecido de parar. Hoy, dìa 21 ha sido sustituido por otro coche, cuyo nombre provisional es Plebeyito, pero hoy màs que nunca te extraño, has sido testigo de tantas cosas importantes para mì, que, ya lo sabes, tù siempre seràs mi coche, y yo aquel loco escritor que empezò una novela que tenìa como co-protagonista a un Ford Escort TD 1900, de 90 cv, serie Guia, llamado, ya lo sabèis, Harrison, y de apellido, no podrìa ser otro que Ford.
una historia totalmente entrañable. Mi padre tubo un coche con el que yo me estrené como conductora, en el viví mi noviazgo, mis salidas a discoteca.... en fin.. hasta los comienzos de mi matrimonio.... el día que lo entregamos en la casa se me aguaron los ojos... un día oí un ruido a mis espaldas y supe que era él!! le habían dado un apaño y lo habían vendido a un gitano del mercadillo.... pero lo reconocí!!
ResponderEliminarMi primer auto era un FUSCA, aqui le decimos huevito y aún lo extraño.
ResponderEliminarBella historia y parte de tus vivencias, abrazotes.
Si es que son como amigos.
ResponderEliminarBesos.
Esta historia sí que sí!!!
ResponderEliminarLa vidilla que nos dan nuestros coches, dios mio... El mio también es un ford pero de modelo focus, por eso se llama foquito... Espero que al menos me aguante un par de años más.
Besos
Cita
Pobrecito Ford...
ResponderEliminarQue historia te has sacado de la chistera... me he divertido leyéndola, y me ha recordado a mi Forfy... así se llamaba mi ford fiesta, rojo, flamante, que fué cambiado hace cinco años por Chevy... que bueno.. no está mal.. pero.. mi Forfy... me hizo pasar tantas aventuras!...
Lloré con su primera abolladura aquella mañana que alguien le aplastó sin piedad su puertecita reluciente...
Me indigné cuando se cargaron su retrovisor izquierdo..
y me enfadé con él cuando su retrovisor interno decidió no pegarse mas, y tuve que hacer las mil y una para recomponerlo y que se quedara sujeto, soportando el sol...
Pero el peor dia fué cuando al dia siguiente de comprar el chevy sin piedad me llamaron del concesionario, traete a Forfy, nos lo llevamos al desguace...
Uff... Que lástima ...
Sólo sé que allí donde esté, no me guarda rencor... lo cuidé siempre muy bien...
Disfruta de tu nuevo medio de transporte...
Besitos mediterráneos...
Y yo sin carné y sin coche!
ResponderEliminarLa de cosas que me pierdo, eh?
A ver cuando me paseas en el Plebeyito :P
Besos, cosa guapa.
Me encanta esa relación que tienen algunas pesonas con su coche :)
ResponderEliminarYo,como Eva; sin carné y sin coche,pero eso si,tengo el nombre jeje
ResponderEliminarEspero que lo disfrutes igualmente.
Un besico
¿A qué parece mentira la unión que se crea con ese primer auto que nos lleva a vivir las primeras aventuras sobre ruedas?
ResponderEliminarPues es cierto;así es.
Y mira tú que yo también tuve un ford como primer amigo kilométrico y lo eché de menos poco,porque la verdad es que me dio más de un quebradero de cabeza, el muy ladino.
Aún así, también se quedaron entre sus asientos,miles de recuerdos estupendos que no olvidaremos ninguno de los dos.
Besos.
Ay! Noelito, casi me haces llorar por el pobre Harrison, espero que el plebeyito te de muchas satisfacciones. ahora es dicho que ningún amor es remplazado por otro, son distintos, jajaja
ResponderEliminarUn besote :)
Me has hecho recordar a mi bala plateada y a mi fotingo azul. Como las canciones, siempre van ligados a un tiempo pasado que, afortunadamente, fue estupendo. Míralo así y no te dará pena. Además, hoy empieza ya un nuevo capítulo para ti y tu Plebeyito.
ResponderEliminarBesitos
En casa de mis padres nunca hubo coche y no tengo esos recuerdos. Pero sí conozco a muchas personas que ponen nombres a sus vehículos.
ResponderEliminarUna historia entrañable que me ha encantado.
Abrazos.
Yo tengo mi pandilla... Hecho polvo, sí, y el día que lo jubilemos, tb será un día triste.
ResponderEliminarTodo tiene un final. Todo termina.
ResponderEliminarHa tenido una buena vida.
Abrazo!
¿Y si, como homenaje, terminas aquella novela?
ResponderEliminarEs una buena historia, Noel. Seguro que vives otras entrañables con el nuevo "Plebeyito" (:
Todo desaparece... luego nos tocará a nosotros.
ResponderEliminar¡¡Qué entrada más chula!!
ResponderEliminarYo también tengo una estrecha relación con mis cohes. Yo los llevo a todos los lados, me hacen sentir absolutamente independiente.
Y también los bautizo. El de ahora se llama Picasso feroz, y es que tiene de letras FRZ en la matrícula. Antes tuve un coral (era un mondeo del mismo color que un coral), con anteriroidad tuve un "plátano" que no era otro coche que un corsa amarillo con capó negro... y así te podría nombrar dos o tres más.
¡Ay si los coches hablasen...!
;)
Mua,
Ainsss como me has recordado a mi 205,¡¡¡contigo al fin del mundo!!
ResponderEliminarQué bonito homenaje a Harrison Ford...
ResponderEliminarUna sonrisa,
Jo, que bien que se puede jubilar... no sési yo llegaré a ese punto...
ResponderEliminarBesicos
Ayyy que lindos recuerdos llevas con tu viejo coche... que en realidad no es viejo, vamos a ver si se ofende y no deja llevarse por otro dueño que seguro lo necesitará tambien... y aunque mas lento... por sus años acompañará fielmente porque tu, su fiel compañero de rutas... lo ha cuidado como los dioses...
ResponderEliminarQue plebeyito sea tan igual de fiel!!!
Que belle manera de escribir todo lo compartido con tu auto Noelito!!!
Besos van para alla!!!
hola! pasaba a dejarte un abrazo..
ResponderEliminarcuidate mucho..
Por dios que disgusto más tonto me acabas de dar..., que penita me dio el Harrison tuyo después de leer todas las aventuras vividas, yo creo que él también te echará de menos, sí, estoy segura...
ResponderEliminarBesitos.
Juana la L; parece mentira que una cosa tenga tanta presencia en nuestras vidas no?
ResponderEliminarCristina;lo de Fusca, no lo conozco...lo miro en google
Ojosn; mujer...so se yo...pues sí
Cita;un foquito...primo entonces del scort
Gala;que vida más dura la del automovil
La Zarzamora;pues sería alucinante...palidecería la torre eiffel ante mi plebeyito...
Mi casa de J;tu la tienes?
Buda;y cual es el nombre ??
Marinel;cuanto ford hay por el mundo...¿ que dirán de nosotros?
Cecy; eso no lo dudes...el harrison es el harrison...el primer coche
Lopillas;ya vas por dos...cuantos recuerdos
Towanda;me alegro q te guste
Lourdes; ya será pieza histórica...si tiene más de 25 años tiene categoría de coche antigüo, y por tanto de especial protección
eMILIA; muy movida la suya, la vida, quiero decir
Ross S; pides milagros...pero si escribo mis memorias tendrá varios capítulos
Toro S; pero eso es dentro de no se cuanto...
Flower;pero cuantos coches has tenido !!! cuidado con el picasso feroz...
S; que buena campaña de publicidad !!!
Darthpitufina; gracias. Bienvenida
Belén; que sí mujer...tienes muchos bollos?
Alma N; la verdad que le he proporcionado todo lo que le ha hecho falta
Y Otros p; gracias. Lo mismo te deseo. Bienvenido
Campoazul;lo veré de vez en cuando...
Un beso a todos y todas. Y un pitido de parte de mi Harrison
Jo, Noe, qué bonito!!
ResponderEliminarMe he acordado de aquel R8 con el que bajábamos desde Burgos en viajes de más de 12 horas...
Mi coche tiene un nombre poco original: vectra y muchos años; y desde hace pocos días tiene más trabajo que nunca, nos chupamos juntos algo más de 100 km diarios... :-)
parece mentira como podemos sentir tanto arraigo a bienes materiales, pero es que un coche es un coche,y mas si es el primero.
ResponderEliminarLo mio fue un 850 y de segunda mano...si no era de tercera.jeje
bonita historia.
Merce; a ver si se conocen el vectrita y el noelito
ResponderEliminarConxa; un 850...guao...eso era un cochazo...
besos
las máquinas tenemos fecha de caducidad y para mantener el misterio, a veces, estiramos más de la cuenta
ResponderEliminarShang Yue; tu no tienes caducidad...a mi no me engañas
ResponderEliminarViajes, como deseo viajar así, en mi propio coche... tuve uno pero tuvimos que venderlo por problemas económicos, estoy ahorrando para comprar otro.
ResponderEliminarSaludos querido amigo