Confidencias en el Centro de Salud

- Estoy de 3 meses y algún día; ya los vómitos son historia y tengo que controlar esos antojos de pastillas de chocolate negro. El ginecólogo me recuerda que el peso que gane ahora, me sobrará después. Lo que sí estoy notando es la piel, que se me reseca más de lo habitual y mis cambios de humor son más frecuentes en estos últimos días, sobre todo desde que me hice la prueba de la amniocentesis.

- Siempre he estado así, aunque mi estado se acentúo tras el último verano. El apetito es tal, que la líbido se centra únicamente en cualquier plato que expida un olor exquisito. Noto como los michelines aprisionan el cinturón y el elástico de los boxers no puede darse mucho más de sí. Últimamente el espejo se ve desbordado y me muestra una mueca de preocupación, sobre todo desde que los niveles de colesterol superan el nivel de los 200 y el médico me ha dado un régimen en un papel de color verde. Odio el verde. Me angustia el pasar por la puerta del gimnasio, y por ahora me conformo con ir hasta la cristalera y ver a esas figuras sudorosas que no paran de correr sobre la cinta elástica. Sólo con mirar sudo.

- Debes animarte. La esperanza es lo último que se pierde

- Para ti es fácil decirlo. Estás en estado de buena esperanza, y muy guapa, por cierto. ¿ Te apetece tomar algo ?

- Sólo si soy yo la que me como el pastel.



- Vamos.