" Yo no tengo una personalidad; yo soy un cóctel, un conglomerado, una manifestación de personalidades ".
Las más brillantes aparecen en las recepciones oficiales, aquellas necesarias para disertar con los Altos Mandatarios de los múltiples países que tienen representación oficial en nuestra patria.
Nos encontramos con la personalidad del ser extrovertido, aunque prudente, diplomático capaz de evitar cualquier tipo de imprudencia, de comentario indecoroso que pueda evidenciar partido o posición concreta sobre un particular. Personalidad capaz de jactarse, como algo natural y lejano siempre a la petulancia, de manejar las más importantes lenguas del planeta, de acuerdo a las circunstancias, a los invitados y por supuesto al tema de conversación: " Magnífico bouquet el de este Cabernet Sauvignon, querido Embajador, digno de esa cosecha particular que tan famosas han hecho sus recepciones", o " el Plumcake que prepara su Señora es el más apropiado postre a tan suculenta cena, mi buen amigo George" ... En definitiva es una personalidad tan perfectamente acabada, que hasta los más correctos diplomáticos del Norte de Europa, los más exóticos procedentes de las tribus africanas, y hasta los más extremistas de las repúblicas islámicas, caen rendidos a sus encantos, a su don de gentes.
Nos encontramos también con la personalidad afectiva y tierna de mi persona, Miguel Rodrigo de Alarcón. Padre y esposo que dedica sus escasas horas de ocio por entero a su familia. Primero a mi mujer Cándida, con la que comparte varias horas de la mañana en la cocina, cuando el servicio doméstico libra, preparando en esos escasos fines de semana que no me veo obligado a viajar por motivos laborales, la famosa lubina al horno, receta heredada generación tras generación y orgullo de la familia Alarcón; o, a esas mañanas de domingo, donde se entrelazan sucintos comentarios sobre las noticias más relevantes de los diarios dominicales, con poéticos susurros que recorren desde el oído todo el cuerpo semidesnudo de mi mujer, recostada en la cama, y que interrumpe gozosa la lectura para atender la nueva disertación de su amante esposo.
Después dedica primorosamente el tiempo de las tardes a sus dos hijos, en edad escolar, y con quienes repasa la evolución de sus estudios obligatorios, y aquellos ociosos de piano y danza, que les sirve para enriquecer su alma y relacionarse con otros jóvenes de similares costumbres.
Y finalmente parece ser que tengo una tercera personalidad, si bien para mí es, por ahora, desconocida. De ella sólo tengo noticias a través de algunas notas que anónimamente recibo en mi oficina del Ministerio de Asuntos Exteriores, y ya últimamente llegan en sobres oficiales a mi propio chalet. En ellas se describe a un ser soberbio, que maltrata a sus subordinados y que se aprovecha de sus tareas para proporcionarse un prestigio que no se corresponde con sus logros. Hace bien poco pensaba que esas calumnias venían de algún compañero del cuerpo, envidioso por mi cercana relación con el Ministro, o de alguna secretaria, desplazada de su despacho a mi llegada a la planta octava del edificio; en cualquier caso, nunca había hecho caso de las mismas, hasta que de repente empecé a observar el comportamiento de los más cercanos a mí en la oficina, de alguno de sus comentarios y de sus miradas cómplices, cuando evidenciaban su complot contra mi persona...
Puede que haya sido en la recepción que su Majestad hace todos los años por el día de la Hispanidad, la que ha propiciado que el sueño se haga más ligero por las noches, que las ojeras se marquen de manera acentuada y que incluso me sienta observado por el espejo retrovisor de mi coche oficial...
¡¡¡¡ Doctor Marañón , ¿ Por qué me mira así ?
Las más brillantes aparecen en las recepciones oficiales, aquellas necesarias para disertar con los Altos Mandatarios de los múltiples países que tienen representación oficial en nuestra patria.
Nos encontramos con la personalidad del ser extrovertido, aunque prudente, diplomático capaz de evitar cualquier tipo de imprudencia, de comentario indecoroso que pueda evidenciar partido o posición concreta sobre un particular. Personalidad capaz de jactarse, como algo natural y lejano siempre a la petulancia, de manejar las más importantes lenguas del planeta, de acuerdo a las circunstancias, a los invitados y por supuesto al tema de conversación: " Magnífico bouquet el de este Cabernet Sauvignon, querido Embajador, digno de esa cosecha particular que tan famosas han hecho sus recepciones", o " el Plumcake que prepara su Señora es el más apropiado postre a tan suculenta cena, mi buen amigo George" ... En definitiva es una personalidad tan perfectamente acabada, que hasta los más correctos diplomáticos del Norte de Europa, los más exóticos procedentes de las tribus africanas, y hasta los más extremistas de las repúblicas islámicas, caen rendidos a sus encantos, a su don de gentes.
Nos encontramos también con la personalidad afectiva y tierna de mi persona, Miguel Rodrigo de Alarcón. Padre y esposo que dedica sus escasas horas de ocio por entero a su familia. Primero a mi mujer Cándida, con la que comparte varias horas de la mañana en la cocina, cuando el servicio doméstico libra, preparando en esos escasos fines de semana que no me veo obligado a viajar por motivos laborales, la famosa lubina al horno, receta heredada generación tras generación y orgullo de la familia Alarcón; o, a esas mañanas de domingo, donde se entrelazan sucintos comentarios sobre las noticias más relevantes de los diarios dominicales, con poéticos susurros que recorren desde el oído todo el cuerpo semidesnudo de mi mujer, recostada en la cama, y que interrumpe gozosa la lectura para atender la nueva disertación de su amante esposo.
Después dedica primorosamente el tiempo de las tardes a sus dos hijos, en edad escolar, y con quienes repasa la evolución de sus estudios obligatorios, y aquellos ociosos de piano y danza, que les sirve para enriquecer su alma y relacionarse con otros jóvenes de similares costumbres.
Y finalmente parece ser que tengo una tercera personalidad, si bien para mí es, por ahora, desconocida. De ella sólo tengo noticias a través de algunas notas que anónimamente recibo en mi oficina del Ministerio de Asuntos Exteriores, y ya últimamente llegan en sobres oficiales a mi propio chalet. En ellas se describe a un ser soberbio, que maltrata a sus subordinados y que se aprovecha de sus tareas para proporcionarse un prestigio que no se corresponde con sus logros. Hace bien poco pensaba que esas calumnias venían de algún compañero del cuerpo, envidioso por mi cercana relación con el Ministro, o de alguna secretaria, desplazada de su despacho a mi llegada a la planta octava del edificio; en cualquier caso, nunca había hecho caso de las mismas, hasta que de repente empecé a observar el comportamiento de los más cercanos a mí en la oficina, de alguno de sus comentarios y de sus miradas cómplices, cuando evidenciaban su complot contra mi persona...
Puede que haya sido en la recepción que su Majestad hace todos los años por el día de la Hispanidad, la que ha propiciado que el sueño se haga más ligero por las noches, que las ojeras se marquen de manera acentuada y que incluso me sienta observado por el espejo retrovisor de mi coche oficial...
¡¡¡¡ Doctor Marañón , ¿ Por qué me mira así ?
Este minirelato fue publicado en una revista escolar, La Cucarela, en el 2003.
ResponderEliminarY me vino a la cabeza, cuando un alumno me comentó que había escuchado una noticia sobre esquizofrenia y pensó automáticamente en mí.
La verdad es que este tipo de personajes nunca se sabe si son esquizofrénicos o, directamente, cínicos. Pero haberlos, haylos.
ResponderEliminarHay personas que son como las cebollas: detrás de cada capa llega otra nueva.
ResponderEliminarLa mayoría de ellas, te hacen llorar.
De todas las formas posibles.
Gracias por mostrarlo.
Besitos nada esquizofrénicos!
Pensó en tí??? y eso?
ResponderEliminarUn beso .
Conocía a lagunos de esos hace años, aunque no eran tan sofisticados. Auténticos encantadores de serpientes en su vida pública, pero unos verdaderos hijos de puta con sus subordinados y con sus familiares, a los que consideraban como a los segundos.
ResponderEliminarY no le des muchas vueltas a la cabeza. Los docentes, tras varios años de ejercicio, somos todos un poco (o un mucho, no sé) esquizofrénicos.
ufff como he leido por ahi haberlos haylos jejejeje
ResponderEliminarbesitosssss
no dejan de causar asombro ante todo , pero si los hay
ResponderEliminarsaludos óscar
despe
El relato es bueno.
ResponderEliminarBien estructurado y con final sorpresa.
Me gusta.
Saludos.
Qué monada de criatura!!! Otro día te cuento lo que me dicen a mí.
ResponderEliminarBesos
Si penso en ti no te preocupes que fue por el relato...digo yo...jajaja Estoy de coña...Un buen relato...Un abrazo...
ResponderEliminarPues me ha gustado...
ResponderEliminarMuchos besos.
Muy bueno, me gusta las historias de aquellos en los que nadie se fija, e incluso, dan miedo
ResponderEliminarY los esquizofrénicos dan mucho miedo...
Besicos
Pues sí, no me sorprende que pensara en tí... Por qué será?
ResponderEliminarjejeje
Besos, Noel!
Creo que hay y ha habido muchos o demasiados esquizofrénicos gobernando. Por desgracia esta especie de ser es un depredador nato y triunfa en la sociedad.
ResponderEliminarSaludos!
Tantas personalidades en una, como un cóctel, creo que es un tremendo lío.
ResponderEliminarBesos, y que yo no te imagino esquizofrénico sino muy cuerdo. ¿No?
Muy bueno, sí señor...
ResponderEliminar¡Vaya!, pues que "honor" que cuando se oiga la palabra esquizofrenia se piense en ti. ;D
ResponderEliminarEl relato nos a gustado mucho a todas mis partes y a mi, aunque mi lado sanguinario opina que le falto un buen asesinato y mi niña interna manifiesta que si hubieran salido un par de conejitos seria mucho mejor. jajajajajaja
Me ha gustado mucho tu relato, más si me lo permites... No me ha sorprendido al final, esperaba algo más raro, más impactante según has comenzado el relato, una especie de "in creccendo". El protagonista no me ha parecido Esquizofrénico hasta la frase final que es muy ilustrativa... Me ha parecido más un arribista, como tantos hay en el Mundo. Y es que en el fondo todos tenemos muchas personalidades según quien tengamos cerca ó donde nos encontremos, hay quien nunca llega a conocer nuestro lado "mala leche" y hay quien con el paso de los años se sorprende ante una actitud ó actitudes que nunca hubiera esperado de alguien a quien creía conocer bien... ¿POr ello se podría decir que todos tenemos un puntito de esquizofrenia ó tal vez que nunca terminamos de mostranos socialemnte? Sobre todo esa parte oscura que tenemos y sabemos inteligentemente que nos cerrará todas las puertas en vez de abrirlas... Porque en el fondo... ¿Quien no prefiere estar engañado en la lisonja antes que toparse con una cruel verdad de frente? ¿Quién no prefiere un trato agradable aunque ambiguo antes que una crítica soez y además cierta?
ResponderEliminarBesos mil.
Un paseante; de todo hay en el paisaje humano, ciertamente
ResponderEliminarSeasirens; mejor llorar de risa siempre
Carlota; pues no lo sé...pero que sepas que no tomé represalia ninguna. Ya suspendía solo jeje
Daalla; Si sólo fueramos eso...además de valupeados continuamente por la sociedad...
Elisabeth; de todos los tamaños y colores...
Despe; algunos se les ve de lejos...
Toro S; que apañaó eres.
Laquesuscribe; estoy ávido por oírlo...
Alijodos; mira que chaval más majo...pensó para provocar un relato jejej
Ana; pues gracias...el tuyo largo largo...
Belén; lo diferente da miedo...o ya es común ??
Lourdes; snif...recuerda que te vigilo constantemente jejeje
Moderato dos Josef; de ellos es el mundo...así va
Yuria; cada uno tiene sus neuras, no ??
Merce; gracias, señora...
Gaby; lo del asesinato me parece muy fuerte y lo de los conejitos...si los saco en clase directamente me encierran
Un abrazo mientras os observo
Un abrazo y un beso observante
Somos constante cambio, Me gusto.
ResponderEliminarbesos y amor
je
Lo importante es saber tener una esquizofrenia organizada y prolija, yo intento no superponer a mis múltiples personalidades ya que algunas se aborrecen.
ResponderEliminarTe mando un abrazo o mejor dicho, les mando un abrazo
A mi el relato me gusto.
ResponderEliminarBesos, salteadores.
No se si esquizofrenia, pero seguro que detras de una mascara habita otra, y detras de esa otra una tercera.
ResponderEliminarA veces o muchas el ser humano es asi.
Tendra cura?
Bss mi genial Noel.
Ah y gracias por pasar por mi blog (el ultimo post super aburrido por cierto)
ResponderEliminarEra lo que habia, de vez en cuando pasa, tendre esquizofrenia?
Yo también estaba con la boca abierta, como el doctor. La historia es fascinante.
ResponderEliminarUN ABRAZO
JAJAJAJA
ResponderEliminarPues tu esquizofrenia tiene cosas muy buenas, a mi me gusta.
Cuando hablas de Su Majestad...¿Te refieres a mi?
Noel
ResponderEliminar¿cuantas personalidades podrá tener un esquizofrénico?
:)
Yo creo que nosotros mismos, y sin ser tomarlo como algo inusual, tenemos dentro de nosotros varios capas... como una cebolla y quizas solo se van abriendo de acuerdo a cada situación que vivamos, no lo veo como algo malo, ni como una falsedad de la personalidad... simplemente lo veo de una manera simple, de lo humano que somos y los cambiantes que podemos ser como algo totalmente natural.
ResponderEliminarBesos Noel, que tengas un maravilloso fin de semana y gracias por estar siempre a pesar de mis tonterias!!!
Jajaja que bueno joe, tremendo!
ResponderEliminarSaludos y un abrazo!
Ingrid Dietricht; Tengo que confesarlo. Yo soy Darth Vader, Luke, Han Solo y a veces la princesa Leia...Un besazo
ResponderEliminarSedemiuqse; evolución ??
Lux Aeterna; jaja...sí, a mi me pasa lo mismo...el seductor y el aburrido se llevan bien...y no veas cuando se juntan
Cecy; gracias, guapa
Bajo mis pies; no creo que tengas esquizofrenia, y cura no creo que tenga
Lys; pues cierrala no vayana entrar moscas...
Maritoñi; siempre que hablo de la majestad, por supuesto es usted...o acaso no me recuerda en su recepción de Maritoñis ?
Verbo; infinitas ??
Os sigo vigilando....besos
Abrazos compañero, todo bien, gracias...
ResponderEliminarPor cierto, un esquizofrenico_paranoide me enseño a jugar al ajedrez, fué el mejor maestro que tuve, descanse en paz...
Además me quitó algún que otro complejo....
Ya dejé de etiquetar a las personas, que Marañón actúe.....
Pues yo diría que todos tenemos varias personalidades entremezcladas. Pero este tipo tiene una manera de contarlo y una clasificación tan específica y fría de sus personalidades que da yuyu.
ResponderEliminarUna de tus genialidades!
ResponderEliminarmuy bueno!
besos!
=) HUMO
Erik; buena observación, sin duda
ResponderEliminarDuschgel; no es para tanto, creo... curioso tu nombre, bienvenida a este baño tuyo
Humo; no se que decirte, gracias
Os vigilaré de día y de noche. Besos
El chiquillo...te ha calado a la primera ;)
ResponderEliminarIndra; realmente cree que tiene razón ??
ResponderEliminarSí, mi nombre tiene su historia, que empezó en otro blog.
ResponderEliminarBesos
Mirá vos... yo, por el contrario, soy la misma desprolija de siempre... donde quiera que esté.
ResponderEliminarExcelente relato. Coincido que más que esquizofrenia es pose. Muy buen remate.
Un abrazo
El tiempo no me dá para mucho de esto, pero realmente casualmente, baje un poquito y este relato es bien interesante.
ResponderEliminarBravo!!!
Tengo que venir más a menudo.
Un abrazo Noel