Ya veremos

si das al play, mejor

En Vietnam quise imaginar el siguiente cuento…

En una aldea cercana a Hanoi, al lado de Ninh Binh para ser más exactos, observé como un campesino recibía las felicitaciones de sus vecinos, al disponer del caballo más lustroso y fuerte para arar y transportar en el campo. Al atardecer, todos los días, se acercaban y le decían con cierta envidia “ ¡ Qué afortunado eres, qué afortunado eres !” – repetían - a lo que el campesino contestaba: “Ya veremos “.

Al día siguiente el caballo, en un descuido, se escapó del campo, buscando lejanas colinas, y esos mismos vecinos, al enterarse, fueron de inmediato a consolarle, comentándole, en esta ocasión, la mala suerte que había tenido, a lo que el campesino, sin inmutarse sólo contestó: "Ya veremos“.

Pocos días después, el caballo volvió con dos yeguas hermosas, ante la admiración generalizada de los vecinos, que dándole palmaditas en el hombro, le repetían al campesino: “ ¡ Qué suerte has tenido ! , ahora tienes tres animales y encima podrás tener alguno más en el futuro “. El campesino, sin parar de trabajar en el arrozal, simplemente respondía “ Ya veremos”.

Su hijo, intentó domesticar a las dos yeguas, pero una de ellas, salvaje y acostumbrada a no ser montada, se resistió, arrojándole violentamente, en uno de sus intentos, al suelo. El hijo del campesino se rompió la pierna, y los vecinos, al instante corrieron a preocuparse por el campesino, a recordarle su mala suerte, y este sin variar el tono de su voz afirmó: "Ya veremos “.

A los pocos días, miembros del gobierno comunista, pasaron por la aldea para reclutar a los jóvenes y enfrentarse a los americanos en la guerra, y todos los campesinos vieron apenados cómo sus hijos partían, a excepción del campesino, pues su hijo había quedado exento de ir a una muerte segura por tener partida la pierna.

Versión resumida de un cuento Taoista.

Hace pocos días, revisando fotos de este viaje, me vino a la cabeza este cuento ¿ Qué os sugiere esta historia ? Decírmelo, recordar que la historia continúa, y no puede ser sin vosotr@s.