El juego de las Palabras

Hace unas semanas Bollicao comenzó un relato que, poco a poco se va completando con las aportaciones de los autores de los blogs.Ahora me ha tocado a mi continuar con el relato, pero antes de dar paso a su lectura, es conveniente leer, si no lo habeis hecho ya, los relatos desde el principio para seguir mejor el hilo. Podeis empezar en el blog de Bollicao: , e ir enlazando por cada uno de los blogs por los que ya ha pasado.

Yo recibí el encargo de Silicongirl y os dejo aquí mi pequeña aportación. Ya sabéis que la historia continúa, así que si alguien se anima que me lo diga tras leer estas líneas y le enlazo.

Sandra se fue desabrochando uno a uno los botones de la bata blanca. Cada botón era un centímetro más lo que su verga crecía ( afortunadamente sólo eran tres ) y Manolo se repuso de inmediato pensando: joder Manolo, has iniciado la noche en un prostíbulo siendo el espectáculo, te han robado la cartera y me han sacado todo el efectivo ( su móvil le enviaba mensajes de las compras realizadas a través de Internet), me han acusado de violar ocularmente a una tuerta y además he recibido una tentativa de asesinato de un ex – alumno, ahora veterinario, y la policía no sabe muy bien qué hacer conmigo… y ahora estoy en un box, de un hospital tranquilo ( queda claro que no estamos en España), y un pedazo de mujer que ¡Ahhhhhhhhhhhhhh!!

- El grito de Manolo fue de tal calibre que el Doctor House no tuvo más remedio que salir corriendo del susto y dejar la cojera para otra ocasión -

Las órbitas oculares de Manolo no daban de sí. Su aspecto cómico, dos ojos saltones recorridos por cientos de venillas bermellonas y una polla como una olla de grande y amoratada como una berenjena, recordaba, en cierta medida a uno de esos muñecos de feria que nadie quería recoger en la tómbola, pero es que Sandra era una mujer de armas tomar: un rostro sonrosado, una sonrisa diabólica, unas tetas tan grandes y sinuosas como las de Terelu girando y girando en Mira quien Baila y …y … y un cipote sonrosado, pequeñito, toda una ternura de sexo que empezaba por momentos a crecer.

Sandra, ruborizada, simplemente dijo: Me voy a empadronar en España, en Andalucía, que las operaciones de cambio de sexo allí son gratuitas. Pero hasta que llegue ese momento, voy a demostrarte, de una vez por todas, que es estar en la Gloria, Manolón

Fue en esos momentos cuando la puerta del box se abrió, y Bernardo y Gabriela, los dos policías que custodiaban a Manolo, se quedaron con la boca abierta y dijeron: ¡ Qué pasa, qué grito es ese... Manoooolo, Doctooooora ¡! ¡ arriba las manos , bajaros las pollas, coño ¡!!! Gabriela no pudo con la presión y antes de desmayarse comentó a su compañero: ¡¡¡¡ Llama a la Central y pide refuerzos, Manolo se está mutando ¡!!!!

Bernardo, preso del pánico empuño su pistola, la de fuego, claro, apuntando a Manolo y Sandra, cuando en esos momentos, en el fondo del pasillo, Manolo observó una cara conocida, y gritó : Ella es la que tiene la culpa, es la puta de Gloria, la que me envenenó en el burdel. Bernardo haz algo. En esos momentos se oyó un disparo que hizo retumbar a todos los presentes.

Y la historia...continúa es el turno de Subeparabajo