De Ave Nocturna el Amor
tiene además de dos alas blancas
su ceguera mental.
Siempre se ha dicho:
El Amor es ciego.
Cómo un pájaro bobo en busca de nido;
Cómo un castillo de naipes pasionales
barridos por el grisú de Minerva;
Cómo una marioneta de noble madera
y un corazón de serrín;
o cómo la lectura metapsíquica de unos labios
que susurran te quieros al silente viento del resignado
y lanzan besos invisibles sobre la nuca del soltero ejemplar.
Por todo ello, por ser el amor ciego,
por ser la piedra que tropieza y tropieza,
yo digo si quieres nos casamos hoy mismo
y tú como ayer repitiendo mañana
Me ha gustado tanto como la primera ave nocturna...Espero con impaciencia la tercera parte
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